La energía geotérmica es el calor almacenado bajo la superficie terrestre, que incluye el calor en rocas, suelos y aguas subterráneas, pero no en cuerpos de agua superficiales. Los recursos geotérmicos son las porciones aprovechables de esta energía, clasificadas por temperatura:
Alta temperatura (más de 150 ºC): Utilizados para generar electricidad y usos térmicos industriales y urbanos.
Media temperatura (100-150 ºC): Similar a los altos, para producción de electricidad y aplicaciones térmicas.
Baja temperatura (30-100 ºC): Empleados en climatización y agua caliente sanitaria, a menudo con bombas de calor.
Muy baja temperatura (menos de 25-30 ºC): Usados en calefacción y refrigeración, principalmente mediante sistemas de bombas de calor, ya sea de tipo abierto o cerrado.
La energía geotérmica, como fuente renovable de generación continua, presenta diversas ventajas desde un punto de vista técnico y energético:
Continuidad operativa: A diferencia de otras energías renovables, la geotermia proporciona una fuente constante y estable de generación eléctrica.
Contribución a la reducción de emisiones: Este proyecto reduciría las emisiones de gases de efecto invernadero al minimizar la dependencia de combustibles fósiles.
Eficiencia energética: La energía geotérmica aprovecha el calor interno de la Tierra, un recurso natural prácticamente inagotable y siempre disponible.
Compatibilidad con los objetivos del PNIEC: Aporta soluciones hacia la descarbonización y diversificación energética, en línea con los objetivos de España para el año 2050.